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Cuando hablamos de estilo francés nos referimos a una decoración tradicional y recargada, que combina diferentes estilos tales como el victoriano, el campestre o el inglés colonial. Los tres elementos clave de esta decoración clásica son la luz, el colorido y la tradición. La mezcla en las texturas, formas y materiales son características.
Al estar inspirado en épocas pasadas, sobre todo en la burguesía francesa del siglo XVIII-XIX, muchas veces se mezcla con otros estilos contemporáneos para que no parezca anticuado.
A pesar de su clasicismo, es un diseño considerado elegante y sofisticado.
COLORES
Es muy característico mezclar tonos creando un ambiente recargado. Los más usados son el rojo, verde oliva, azul o dorado combinados con tonos claros y neutros.
MATERIALES Y TEXTILES
El principal material en la decoración francesa es la madera. El mobiliario debe ser de este material, además es conveniente que presenten curvas y detalles decorativos. Además de la madera, para accesorios es característico usar cerámica o porcelana.
En cuanto a textiles, no pueden faltar las alfombras, de colores oscuros y con motivos orientales. Usa tejidos pesados y gruesos.
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MOBILIARIO
Los muebles son pesados y antiguos (si no son auténticos, al menos que imiten a los siglos XVIII y XIX). Muebles con bordes redondeados y detalles tallados a mano.
En cuanto a accesorios, al ser un estilo recargado, no pueden faltar. Grandes espejos con marcos gruesos y detallados, candelabros y floreros, lámparas de techo grandes y luminosas…si puedes alguna pieza de arte de la época, esto le dará un toque más auténtico a tu decoración.
Los espacios excesivamente recargados pueden rebajarse a través de la supresión de adornos.
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