Me
encantan los cereales. Los como para
desayunar, para merendar, para después de comer, de cenar o para tener algo que
masticar mientras que veo una película.
¿Cuál es el problema? Que al consumirlos con bastante celeridad, las cajas se amontonan al
mismo ritmo, y la verdad es una pena
tirarlas sin otro fin que el ser las que guarden la bolsa de los cereales.
Como
mi madre lo aprovecha todo y da segundas oportunidades a todo lo que se lo
merece (y a veces, a los que no se lo merecen también), decidió ofrecer una
segunda vida a las cajas de los cereales)
¿Qué
hizo con ellas? Pues modificarlas y transformarlas en archivadores para
revistas, documentos, periódicos y mailing (la mal nombrada “propaganda”)
Para
esta idea tan reciclada y ecológica se usó una caja de cereales (Obviamente),
pegamento en barra, unas tijeras de papel, un bolígrafo, una regla de 30 cm
mínimo, y papel de regalo.
Con
los materiales ya podréis pensar el proceso de transformación y el resultado,
además de la cantidad de formas, colores y diseños que se pueden hacer.
1. Lo primero es marcar
por los lados más anchos, y el lomo izquierdo de la caja las líneas de corte.
2. Cortar el cartón por
las líneas, para obtener la forma del archivador. Aquí prima la creatividad y
la originalidad. Mi madre lo hizo con la forma más normal posible, pero con
cartón y tijeras, casi infinitas son las formas posibles.
3. Teniendo la forma
final del archivador, aplicar el pegamento por toda la superficie externa de la
caja. Mejor hacerlo por partes para no ensuciarnos las manos.
4. Pegar el papel
(cuidadosamente para no hacer bolsas de aire y arrugas) Recordar lo anterior,
hacerlo por partes para no ensuciar y manchar el papel.
Pues
una vez recubierto todo, a meter revistas, apuntes, o lo que queráis…
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